14 - SOBRE EL OFICIO DE DIRIGIR
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- Categoría: Para reflexionar
- Publicado el 15 Septiembre 2017
- Escrito por Teler Música
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En junio de 2018, Ester Bonal ha dirigido por última vez, después de 27 años, el "Cor de Noies de l'Arc", de la EMM Can Ponsic. Nos gusta compartir con vosotros las palabras que dirigió al público al final del concierto, con sus reflexiones sobre el oficio de dirigir:
(Ester Bonal, 29/06/2018)
Muchas de las personas que hoy estáis aquí sabéis bien que cantar en un coro es una experiencia que convierte en realidad el hecho de que nuestra individualidad toma todo el sentido en la vivencia compartida, en el contexto del "nosotros", como tan lúcidamente nos explica Marina Garcés, un "nosotros" inseparable de cada uno.
Pero hoy os querría dirigir unas breves palabras sobre el "hacer cantar" a los demás. Sobre este oficio, rol, función, que llamamos director o directora de coro. Este ha sido mi trabajo con el coro de niñas, chicas, mujeres, abuelitas, madames... de l'ARC a lo largo de 27 años, que según como se mire, son muchos o pocos, como todo lo que en nuestras vidas es relativo.
Parami, hacer cantar ha sido y es una experiencia privilegiada, de aquellas que te retornan de sobras lo que das tú.
Hacer cantar a este coro de mujeres ha sido, además, una escuela de vida en la que he aprendido a mirar, a escuchar, a sentir... de muchas maneras diferentes y eso lo ha permitido el hecho de cruzarme con un grupo de personas con las que hemso compartido espacios y tiempos para descubrirnos ya aprender a querernos.
Dirigir es un oficio. Si nos servimos de una imagen, vendría a ser una estampación personal sobre la tela que forman las cantantes y el hilo que son las canciones. Pero dirigir un coro de forma continuada, a lo largo de los años, con un grupo de personas reducido, es coser y descoser música, relaciones y sobre todo, es tener cura del tejido, de qué, cómo y cuándo lo cosemos y lo descosemos...
Hoy, en cierto modo, las tijeras hacen su tarea y este concierto cierra un repunte, pero para enhebrar de nuevo la aguja que coserá nuevas vivencias humanas y musicales.
Yo dejo mis cosas en el costrureo... que me llevo repleto, ¡os lo aseguro! Y os dejo el mejor dedal y una uneva aguja cargada con un montón de hilos preciosos... (...)
Una fantástica manera de entender y explicar este bello oficio, ¿no os parece? Y una buena oportunidad para reflexionar sobre el trabajo que hacemos con los coros, no sólo a nivel musical, sino también a nivel personal y relacional.
¿Y TÚ, QUÉ OPINAS?